ANTES DE APLICAR, CONOCER Y PLANEAR
CARTA ABIERTA A AURELIO NUÑO MAYER
Señor Aurelio Nuño Mayer, me dirijo a usted con todo respeto, creo que nadie le dijo que la Secretaría de Educación Pública, es un arma de doble filo, a diferencia de otras dependencias de gobierno, presidir la SEP puede encumbrarlo hasta encabezar la lista de los presidenciables para el 2018, o enterrarlo políticamente para siempre.
Empezaré diciéndole dos cosas, la primera es que soy maestra jubilada y una convencida de que es necesaria una reforma educativa y que los maestros se actualicen. La segunda es que así como hay malos maestros, la gran mayoría da lo mejor que tiene cada día, que trabaja con un gran compromiso por la educación y, tal vez lo más importante, no se niega a presentar un examen ni a actualizarse.
Durante los 30 años en que ejercí, vi pasar modelos educativos (por cierto todos de ellos copiados de otros países) e infinidad de programas compensatorios y complementarios (unos muy bueno como el PACAEP, y otros que en nada ayudaban pero servían para lograr recursos, como el Pareib), y aun sabiéndolo, nos preparamos y los aplicamos.
Sin duda la calidad educativa es responsabilidad de los maestros, bueno eso creo y lo creía también mi madre, pero la realidad que hoy vive a educación tiene muchas causas, quizá la más importante son los cambios sin sentido y sin razón que hacen cada sexenio, y en eso, los únicos responsables son las autoridades.
Tal vez usted no estudió en escuela pública, pero por su edad me atrevo a decir que algunas de sus maestras o maestros de primaria y secundaria aún viven y estudiaron la normal en la misma que nosotros, ¿cree que eran malos?, muchos de los de mi generación tuvimos a maestros que tal vez no tenían más que la secundaria terminada, pero una vocación que rayaba en el apostolado. Y míranos, somos mujeres y hombres productivos y de provecho.
Hoy la educación no es la misma, aun cuando ahora el requisito mínimo es una licenciatura, tal vez sea porque los maestros perdieron ese liderazgo que adquirían en las comunidades donde estaba su escuela, no por cuestiones políticas sino porque se convertía en todo, tal vez a esas comunidades tan lejanas no llegaba un doctor o un sacerdote, pero si había un maestro.
Pero esa es historia. Volvamos a lo que nos interesa, esa reforma que tanta polémica ha levantado entre el magisterio, me queda claro que el examen no podrá determinar si se quedan sin trabajo o no, a pesar de que las normales y escuelas de licenciatura en educación se han convertido en fábricas de desempleados, ni con todos los egresados sin trabajo podría usted cubrir el número de plazas que se quedarían vacantes si todos los maestros decidieran dejar su trabajo.
¿Qué los pondrán en otras áreas? ¿Hay espacio en las partes administrativas? Si las hay ¿para qué o por qué reubicaron en escuelas a quienes ya las cubrían? Me parece que mentir al respeto no ayuda en nada
Es más, ¿Cuántos puntos vale el examen? ¿10? ¿20?, aun cuando valiera 30, que sería antipedagógico y contra las mismas normas que rigen a la educación, basta con que los maestros cumplan con todo lo demás para conseguir el estatus de suficiente, al final lo más importante es el resultado en sus aulas ¿no?.
Digo, un posgrado no garantiza un buen docente, dicho de otra manera, el conocimiento de la teoría no hace al maestro ¿para qué sirve pasar un examen de conocimientos que nada tienen que ver con la educación básica, si en la práctica no sabe nada? ahí tenemos un caso de una supervisora que acaba de ganar la plaza con el examen de oposición, y ¿qué cree? ordenó expulsar dos meses a un niño de ¡¡4 años!!
Y no señor secretario, contrario a lo que parece, la gran mayoría de los maestros no se niega a evaluarse, pero ¿qué es lo que van a evaluar? Me parece que la lógica es evaluar lo que tienen que aplicar en sus aulas, ¿tienen que conocer a pie juntillas los protocolos de seguridad? ¿Sabe usted como se manejan y conforman en las escuelas los comités de vigilancia, de seguridad y demás?.
Pero encima de esto ¿quién hace esos exámenes tan mal elaborados?, no señor, no se niegan a evaluarse, pero al menos debería contratarse a personal capacitado en la docencia, expertos en pedagogía y con conocimientos de la educación en el país para elaborarlos
Insisto, estoy de acuerdo en que se requiere actualizar a muchos maestros, pero antes de aplicar, hay que conocer y planear, darles la seguridad de que la preparación que recibirán será para mejorar su desempeño docente
Ahí está el Tec de Monterrey con un gran programa on lline, dirigido a maestros en activo ¿por qué no se le contrató desde el inicio?, se debió volver la vista a nuestras grandes entidades educativas, crear un cuerpo técnico nacional, exclusivo para este fin.
Se dice que ya se está pensando en un cambio en los programas educativos. Si esto no es cierto, a este gobierno le queda menos de tres años, y la nueva administración podría pensar en un cambio nuevamente, y los maestros……pues volverán a empezar, como sucede con cada invento sexenal.
No señor secretario, si los maestros no están cumpliendo, creo que la falla está en las autoridades educativas, ¿acaso los supervisores y jefes de sector no se les paga para garantizarlo?, no, el error está en que muchos no están capacitados.
Un examen no le dará una radiografía de la situación real que guarda la educación en el país, si se la daría una evaluación a los alumnos, pero sin las trampas que hacen y permiten sus autoridades para quedar bien
¿Dónde quedaron esos exámenes que se hacían por zonas escolares, donde los maestros los elaboraban en el momento que se presentaba? ¿Dónde olvidamos los encuentros de maestros, en los que planteaban sus problemáticas y se les daba armas pedagógicas para abordar temas específicos? ¿Dónde perdimos esa parte en la que daban talleres y clases prácticas? ¿Quién dijo que los centros de maestros podrían suplir las escuelas de verano dirigido a maestros?.
Nos perdimos señor secretario, pero estamos a tiempo, ya sé que en los últimos exámenes presentados hicieron cambios, que bueno, pero no se quede esperando las inconformidades, no sería necesario usar la fuerza pública si se tuviera una información a tiempo y completa, sin amenazas, con la garantía de que se tendrán las mejores opciones de profesionalización y actualización.
Le repito, los maestros no se niegan a evaluarse ni mucho menos a actualizarse y profesionalizar su labor docente, le aseguro que los maestros son los más preocupados por hacer bien su labor porque saben que en sus manos hay seres humanos y aman a sus alumnos y su profesión.
En las manos de esos maestros de escuelas públicas se han formado casi todas las mujeres y hombres que hoy son parte del PEA de este país, no le diré cuántos alcaldes, diputados y Senadores, gobernadores y hasta presidentes de la República recibieron su formación inicial de preescolar, primaria y secundaria en escuelas públicas, pero si le diré que esos médicos, enfermeras, militares, policías, ingenieros, arquitectos, abogados, periodistas, contadores, economistas, licenciados y todos los profesionistas de ayer, hoy y mañana, incluyendo a científicos, cineastas, artistas e intelectuales, pasaron por las manos de esos maestros que hoy sienten el miedo de perder su única fuente de empleo y a la que han dedicado toda su vida.
Píensele don Aurelio Nuño, no se deje llevar por lo que dicen que es, primero conozca, rodéese de gente que sabe del tema, planee, y cuando haya hecho eso, contrate a los mejores, que sean mexicanos y conozcan la realidad mexicana, y sin duda, los maestros serán sus mejores aliados para sacar adelante y darle la calidad que merece la educación en México y los mexicanos.