¡YO VOTÉ POR PEÑA NIETO!
Les parecerá extraño, escuchar o leer a estas alturas, una afirmación de este tipo. Es rarísimo, en México, escuchar, o leer, que alguien defienda o al menos reconozca haber votado por un gobernante, cuando está en la recta final de su mandato, por el contrario, las descalificaciones y los desligues con el personaje que ya va de salida, se ha convertido en un clásico.
Podría entender esta postura entre la gente que no votó por él, y que por lo mismo nada le parece bien y que lo criticó todo su mandato, incluso a las que califican el actuar de la autoridad por el estado de su calle, de su comunidad, de su propia casa, porque al final lo único que alcanza a ver es lo que le afecta o beneficia en lo personal
Igual pudiera decir de la clase política, es entendible porque su postura opositora tiene que hacer uso de todo para poder mantenerse como críticos a la vista de la ciudadanía, y autonominarse como los únicos que están preocupados por los problemas y podrían hacer las cosas diferentes, es la búsqueda eterna de votos aunque si llegan al poder actúen igual o peor
Sin embargo lo justo sería analizar y reconocer lo que se hizo, si criticar lo que faltó pero no con mentiras, a medias, ni disfrazado. Reconocer la parte de culpa que corresponde a cada uno y buscar soluciones reales
Y empiezo. Si mal no recuerdo al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto, hubo un gran pacto entre los principales partidos políticos, un logro impensable, la razón era clara, sin importar quien gobernara, el país estaba urgido de reformas y que, por el costo político que por sí solas representaban, nadie se había atrevido.
Por primera vez en el país, se tuvo el paquete de iniciativas más amplio de los tiempos actuales, 11 reformas estructurales que, por su importancia y necesidad, de una u otra manera habían sido abordadas por otros partidos y estaban pendientes o inconclusas, la de Energética, la de Telecomunicaciones, la de Competencia Económica, la Financiera, la Hacendaria, la Laboral, la Educativa, la Político-Electoral, la de Transparencia, el Código de Procedimientos Penales y la Ley de Amparo.
Hay que aclarar que al principio todos los sectores estuvieron de acuerdo. Las primeras pasaron con el aplauso de las principales fuerzas políticas, incluso la Educativa y la Político-Electoral, pero cuando llegaron las que representaban algún conflicto con sus interés ya no fueron todos, tal es el caso de la Hacendaria donde el PAN se echó para atrás por su relación empresarial, y la Energética, en la que el PRD se deslindó porque la propiedad de PEMEX ha sido su bandera de siempre.
Pero vayamos más allá, estamos claros que los dos grandes retos eran el crecimiento económico y la seguridad, en teoría este era el fin que se buscaba con las reformas estructurales. El crecimiento sostenido no llegó, pero tampoco se puede culpar totalmente a Peña Nieto de ello.
Sin que suene a defensa, creo que lo justo es reconocer el entorno económico mundial y la repercusión que tiene en México, la caída de la producción petrolera es innegable, pero a esto hay que agregarle la alarmante reducción del precio de la mezcla en un 45.7%, y esto, como quieran verlo, no es responsabilidad del gobierno federal.
Sumémosle ahora la volatilidad del mercado cambiario, que depreció al peso un 23%, causado por las especulaciones sobre una supuesta alza en las tasas de interés de Estados Unidos, que tampoco dependía de Peña Nieto.
La peor herencia que recibió el gobierno Peñanietista es sin duda la deuda pública que crece algo así como mil 700 millones de pesos diarios. Equivale al 36% del valor de la economía nacional, y si se le suma la deuda de los estados y municipios y los pasivos laborales, equivale a casi dos veces el PIB, según consigna El Mundo Eejecutivo.
Los mexicanos también cooperamos. El Producto Interno Bruto (PIB) va la baja; el mercado interno no crece; los pudientes prefirieron sacar sus capitales del país (solo en los dos primeros años de la administración actual salieron cerca de 50 mil millones de dólares para invertir o depositar en cuentas del extranjero).
Hay más. De nada ha servido campañas ni ofrecimiento de incentivos, más de 28 millones de mexicanos se mantienen en la informalidad, lo que significa que no pagan impuestos. Casi el 70% de lo que consumimos los mexicanos, proviene del extranjero, sin duda no ha sido por falta de apoyo al agro.
La pobreza tiene muchos lustros de existencia, y si, muchas reformas no se han concretado, como la del campo, el seguro de desempleo y la pensión universal, que eran parte del Pacto por México, pero eso depende del Poder Legislativo.
Peo a nadie parece interesarle que de 2013 a 2015 se redujeron todas las carencias sociales entre los beneficiarios de la Cruzada contra el Hambre, ni que se redujo de 33 a 9.2 el porcentaje de personas que carecían del acceso a servicios de salud.
¿Y quién dijo esta boca es mía cuando hubo la reducción en las tarifas eléctricas? ¿A poco tampoco nadie se ha dado cuenta de que bajó el precio del gas LP?
Eso sí, los subsidios siguen siendo parte de nuestra economía familiar, el gobierno subsidia los transporte urbano, los productos de la canasta básica, la electricidad, la gasolina, y así nos vamos, pero no se ve y nadie lo dice.
¡Claro! Aplaudimos sin rubor la desaparición del pago de la tenencia y cualquier tipo de impuesto, que si bien son medidas muy populares, pegan, y fuerte, en las finanzas públicas, y obliga a cargarle la mano a quienes son contribuyentes cautivos.
Aún me sorprende escuchar los spot políticos donde sin un poco de vergüenza aseguran “nos prometieron bajar la gasolina….y no cumplieron”, solo les falta debemos darle de bofetadas a Peña Nieto por bajar los precios internacionales del petróleo, la volatilidad del mercado cambiario y hasta permitir la fuga de capitales. Digo, solo para que haya algo de verdad.
Lo de la Reforma Educativa, con el respeto que merecen los que siguen engañados, no es más que un movimiento político. ¿Qué fue laboral? ¿Qué no es educativa?, solo como aclaración, los legisladores solo pueden hacer reformas de Ley, esto es laboral y económica, pero la parte pedagógica (planes y programas de estudio, métodos educativos, libros de texto y calendario, incluso todo lo operativo y referente al binomio enseñanza-apendizaje) es competencia de la dependencia encargada, la SEP.
Por supuesto que Enrique Peña Nieto, como los partidos políticos que hicieron a un lado sus intereses partidistas y se aplicaron por solucionar las problemáticas del país, sabían de los costos políticos que conllevaban estas reformas, que dicho sea de paso, pocas son de aplicación y resultados en el corto plazo. Y tan lo sabían, que los coordinadores parlamentarios, han salido a defenderlas.
Pensé que tras dos sexenios fuera del poder le había enseñado al PRI, lo que México necesitaba y lo que los mexicanos demandaban Y sin duda habrá quien diga, te equivocaste, pero no puedo dejar de reconocer que al menos el ejecutivo federal tuvo la valentía de apostar su resto por un cambio que urgía al país. Tal vez los resultados no sean los esperados totalmente, pero sin duda no nos veremos como otros países que ahora tienen que tomar medidas muy duras para salvar su economía.
Así que hoy, a cuatro años de su mandato, en el momento que está por empezar el año preelectoral y ya muchos están trabajando con miras a la próxima elección presidencial. En este momento en el que la oposición solo critica, y que los propios, en lugar de hablar con la verdad, empiezan a deslindarse de él, les repito….¡Yo voté Por Peña Nieto!
Esperemos su informe y escuchemos bien lo que se ha hecho. Conozcamos la realidad y empezamos a actuar con responsabilidad, que veamos a los empresarios que inviertan en todo el país, esa es la forma de generar empleos, el autoempleo es opción también; que se detengan los bloqueos que están perjudicando a las empresas establecidas, que impactan en la economía de sus estados.
Y si, exijamos al gobierno no permitir la corrupción pero tampoco la impunidad, garantizar la aplicación honesta de los recursos, y hasta informar realmente, pero no sigas repitiendo sin saber.
No esperemos que todo lo solucione el gobierno, nadie, ni un solo gobernante podrá cambiar, sin el apoyo y el cambio de la ciudadanía. Esta es la casa del jabonero y el tiempo pone a cada quien en su lugar. Pero no olvidemos que nada es verdad ni es mentira donde el tuerto es rey porque no hay más ciegos, porque en la tierra de los ciegos todo es según el color del cristal con que se mira si no se quiere ver.