viernes, 23 de octubre de 2015

EL SAZÓN DE DOÑA CONCHITA URIBE, DE CHAMPOTÓN PARA EL MUNDO.

EL SAZÓN DE DOÑA CONCHITA URIBE, DE CHAMPOTÓN PARA EL MUNDO
Roger Elías Cornelio Sosa
De muchas cosas deben sentirse orgullosos los champotoneros. Su emblemático Río que se funde con el mar en interminable pasión; su Quincentenaria historia como Honra de América con su guerrero indígena Moch Couoh; su Danzón Champotón mundialmente conocido y bailado; y por si faltara algo más, su gastronomía de selva y mar que tanto admiran comensales internacionales. Y de esto último, mucho tiene que ver Doña Concepción Uribe Reyes, premiada con el “Mérito Turístico 2015”.

Nada es mejor que honrar en vida a quien lo merece. Y es que doña Conchita tiene magia en sus manos y corazón en sus guisos. Nadie, que haya tenido el privilegio de degustar sus platillos, podría sustraerse del embrujo de regresar a “Las Brisas”. El paso es obligado para vacacionistas, viajeros y familias de la región. A Champotón nadie lo libra, porque sería un desperdicio pasar por acá y no detenerse a desayunar o comer… o simplemente un exquisito coktel de mariscos.

Doña Concepción y don Felipe Vázquez (qepd) tuvieron la visión hace cuatro décadas de compartir su arte culinario. Envidia de muchos, -a su lado tenía a la mejor cocinera del orbe- el buen “Felipón” se constituyó como el mejor promotor de la gastronomía champotonera. Presuntuoso y pretensioso, de carácter amable y bonachón, político hasta el tuétano, don Felipe buscó los primeros clientes y llevó las buenas nuevas a cuanto consumidor potencial quisiera escucharlo.

El éxito estaba garantizado: una inmejorable Chef con un excelente agente de Marketing. Los resultados están a la vista. Ana Josefa, Magaly y María Teresa. Nacieron entonces “El Pelícano” y “Cachimbazo”. Surgió así la mezcla de sabores y aromas que inundaron primero todo Campeche. Con el paso de los años, la fama creció, se multiplicó exponencialmente y las noticias llegaron a las internacionales firmas especializadas en la gastronomía mundial.

El mejor premio lo tiene Doña Conchita con todo el cariño de los champotoneros, de su familia y sus comensales. Pero el reconocimiento de ayer, de antier y otros más que se seguirán sumando, hinchan de orgullo su corazón y hacen más placentero su paso por la vida. Honrar, honra. El éxito de ella es éxito de todos. Lo compartimos con afecto. A sus hijos, nueras, yernos, nietos y demás linaje, presúmanla que vale mucho.

Enhorabuena a esta distinguida dama. Buena hija de Champotón, tierra que sigue marcando su ilustre fama en la historia contemporánea.

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